For months my young children have asked for the same made up story at bedtime every night as they cope with these anxious times… They want to hear about superheroes traveling in a spaceship to save the planet of the Unicorns from a terrible Unicorn Virus. And every night, exhausted from pandemic parenting, we tell them the story they’ve asked for with a quick happy ending. The superheroes arrive; they find a vaccine; the Unicorns are healed; and we can all, finally, go to sleep.
In the daytime we try to tell them the truth – that there is no one coming to save us from these entangled pandemics of COVID-19 and racism and extractive capitalism. Rather, we tell them, we are saved by joining together in the liberation struggle that needs every single one of our skills and gifts. We save each other when we remember how deeply we are connected and show up for the thriving of each and all.
The COVID-19 pandemic has revealed more starkly than ever the age-old deathly cultures of white supremacy and economic exploitation that sacrifice too many Black and brown and migrant lives to the frontlines of pandemic-era labor, all while consigning so many of these essential beloved ones to economic struggle and political violence.
But, as we have been forced to confront how entirely we rely upon one another for our wellbeing, the pandemic has also revealed the good news at the heart of my Unitarian Universalist faith: that every person is essential, and, in the words of my colleague the Rev. Theresa I. Soto, that: “all of us need all of us to make it.” We need all of us together – a great collective tugging toward liberation – if we are ever going to make it. And none of us will make it, truly, if we are leaving some of us behind, as Empire insists that we should.
As Faith in Action centers the stories of essential workers throughout this month, I will be reading with great and prayerful attention, because these beloved ones’ lives are essential. And, because their stories are a sacred text; they contain wisdom that can map the way forward to the world we’ve been dreaming about. We don’t need to travel to a magical land of superheroes and unicorns to find salvation. We just need to join hands in the work with those whose essential stories and struggles and aspirations can guide us. We just need to remember how much we need each other and refuse to leave anyone behind.
Rev. Molly Housh Gordon
Minister of the Unitarian Universalist Church of Columbia
Missouri Faith Voices
Por meses mis hijos pequeños han pedido el mismo cuento inventado a la hora de acostarse todas las noches mientras tratan de manejar estos tiempos de ansia…Quieren oír acerca de los superhéroes viajando en una nave espacial para salvar el planeta de los Unicornios de un terrible Virus de Unicornios. Y todas las noches, exhaustos de ser padres durante una pandemia, les contamos el cuento que han pedido con un final rápido y feliz. Los superhéroes llegan; encuentran una vacuna; los Unicornios quedan sanados; y todos podemos, finalmente, irnos a dormir.
Durante el día, les tratamos de decir la verdad – que nadie viene a salvarnos de estas pandemias enredadas de COVID-19 y racismo y capitalismo extractivo. Más bien, les decimos, nos salvamos al unirnos en la lucha por la liberación que necesita cada uno de nuestras destrezas y dones. Nos salvamos unos a otros cuando recordamos lo profundamente que estamos conectados y nos presentamos para que todos y cada uno podamos prosperar.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado más claramente que nunca las culturas fatales y antiguas de la supremacía blanca y la explotación económica que sacrifican demasiadas vidas de color y de inmigrantes al frente del trabajo en la era de la pandemia, mientras consigna a tantos de estos trabajadores esenciales queridos a la lucha económica y la violencia política.
Pero, mientras nos han obligado a confrontar la totalidad de nuestra dependencia unos a otros para nuestro bienestar, la pandemia también ha demostrado las buenas noticias al corazón de mi fe Unitaria Universalista: que cada persona es esencial, y, en las palabras de mi colega la Rev. Theresa I. Soto, que “todos nos necesitamos a todos para salir adelante.” Necesitamos que todos estemos unidos – una colectiva enorme jalando hacia la liberación – si algún día vamos a salir adelante. Y ninguno de nosotros saldrá adelante, verdaderamente, si dejamos atrás a algunos, como el Imperio insiste que lo hagamos.
Mientras Fe en Acción centra las historias de los trabajadores esenciales durante este mes, yo estaré leyendo con gran atención devota, porque las vidas de estos seres queridos son esenciales. Y, porque sus historias son un texto sagrado; contienen sabiduría que puede crear un mapa del camino hacia delante al mundo con el que hemos soñado. No tenemos que viajar a un mundo mágico de superhéroes y unicornios para encontrar la salvación. Sólo tenemos que unir las manos en el trabajo con las personas cuya historias y luchas y aspiraciones esenciales nos pueden guiar. Sólo tenemos que recordar cuánto nos necesitamos unos a otros y rehusar dejar atrás a nadie.
Rev. Molly Housh Gordon
Ministra de la Iglesia Unitaria Universalista de Columbia
Voces de Fe de Missouri